Nos juntamos en el Souto
Amando, Manuel, Marcos, Manolo Dopazo, Miguel Sanchez y Manolo
Montenegro. Tarde calurosa de sol y moscas que hizo que la indumentaria
fuera de verano. Nos decidimos a ir a la Cabana partiendo de Padrón dirección
Extramundi-Lamas-Campo de Golf pegados al río Sar. Cuando estábamos en el Campo
de Golf Amado tuvo la brillante idea de girar a la derecha para ir por un
sendero pegado al río hasta la playa fluvial de Seira pero sobre la marcha
decidimos cruzar el río de Seira porque Amado creía que por allí había un
sendero que nos llevaba directamente a la playa fluvial,
(ninguno lo consiguió montado en la bici con
la consiguiente mojadura de pies)
pero la maleza impedía
seguir lo que hizo que cambiáramos de ruta cruzando campo a través hasta la pista
de Pazos a Lamego.
Una vez en la pista se nos ocurrió la idea de ir hasta
Bertamiráns siguiendo el curso del río Sar (Cuando era posible y había camino)
y que buena idea tuvimos porque la ruta fue una gozada. Empezamos a buscar los
caminos que iban más pegados al río posible, llegamos al puente de A Meana,
allí cogimos camino dirección Prada (Esclavitud) cruzamos la aldea y otra vez a
buscar caminos de pescadores pegados al río que nos llevó hasta Ribasar, de
allí dirección Chave da Ponte (Bastavales) hasta cruzar la carretera Picaraña-Os
Anxeles y otra vez intentando ir pegados al río dirección
Bertamiráns, a partir de Bastavales la ruta es preciosa pegada al río con
muchos arboles por el sendero estrecho que hace que sea un autentico eslalon
por la rapidez y por la dificultad de sortear los árboles y raíces (Hubo algún
que otro susto) también llegamos a invadir un par de propiedades privadas en
las que una vez dentro sus dueños muy amablemente nos dejaron cruzar para no
tener que desviarnos. También cruzamos un artesanal puente de madera del que dudábamos
si soportaría el paso de las bicis pero aguanto estoicamente nuestro paso en
dos ocasiones ya que la vuela decidimos hacerla sobre nuestros pasos.
Al final
como ya comentaba decidimos volver por la misma ruta lo que hizo que
descubriéramos un nuevo sendero que nos evitó cruzar de nuevo la aldea de Prada
( el sendero aunque con mucha maleza es espectacular pegado al río que hizo lo
que hizo que apunto estuvo Manolo Dopazo de caer al río siendo rescatado no sin
antes partirnos de risa por como quedó encajado en la vegetación de rivera).
37 km de pura naturaleza por
las orillas del Sar, la pena es que a medida que avanzas hacia Santiago el río
parece una cloaca de la que se desprende un fuerte olor a alcantarilla pura.
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